jueves, 19 de febrero de 2009

Catarsis

Catarsis

Me llamo Alexander Gallardo Velázquez. Me orgullese tener esos apellidos y tener sangre española. Mi vida no ha sido del todo perfecta, pero he formado lazos perfectos con personas maravillosas, mis seres queridos. Mi pasión es la música, y el arte. Mi obsesión es sentir, viajar, conocer, demandar respuestas, y dudar de todo. Mi camino es mi destino, mi leyenda personal. Dar lo mejor de mi, a mis seres queridos y hacerlos felices. No vivo en una burbuja rosa y jodida. Al contrario, estoy muy consciente de la escoria que hay en este mundo. Pero, por eso, lucho todos los días. Para no convertirme parte de esa escoria, levantar a los que pueda y proteger a los demás, a no convertirse en escoria. Odio a la injusticia, a la gente que no tiene la mente abierta, a los cerrados, a los fanáticos, a la gente pendeja, a la gente falsa, a la gente hipócrita, las mentiras, a los que roban la libertad, a los que ciegan los demás, a los que no me dan mi espacio, a los que buscan cualquier defecto mío para bajarme. Pero que hago, llevo una antorcha, la flama ardiente de mis memorias, de lo que soy, de mi alma, y con eso, prendo la hoguera de todo lo que odio, lo jodido, lo chingado que peleo. Soy el inverso a lo común, a la iglesia. Diferente en algunas cosas. Soy un buen amigo, un buen hombro en donde llorar, una persona que ayuda, llena de ruido, si. Soy la persona mas pirata, soy orgulloso de quien soy y si quieren conocerme, siempre estoy abierto, soy Alexander Gallardo Velázquez. El lobo que siempre esta a tu lado. La voz de los callados.

Papas de mi personaje.

Principe

Los papas del príncipe son de Babilonia. Son descendientes de Hammurabi y por eso talvez es tan pinche sangriento. Al nacer, los reyes andaban tan borrachos con licor de naranja, que decidieron ponerle al príncipe Príncipe de nombre. De hecho el rey fumo una escama de cocodrilo, y por eso salio tan dañado el niño y con poderes de controlar el tiempo.

Ejercicio de Jazz

Dulces

El tipo se mete los dulces en la boca mientras los mueve con su lengua y los percute con sus dientes. Mientras hace eso, abre la boca aumentando el volumen de los sonidos, con un micrófono conectado a un amplificador Line 6 LD 300, con un pedal de distorsión y un WaWa apoyado por un Roland GR 20 y todo amplificado por las bocinas Full Stack Marshall. Los platillos, son imitados con golpes con los dedos en las cubiertas de los dulces. Escupe Skittles, y se escucha como salen de su boca haciendo fricción con sus labios y la saliva. Al salir se escuchan como golpes por el aire de la presión, y también se escuchan como violines al escupirlos a un vaso lleno de agua. Toma una paleta con forma de cuerno de unicornio, este estando mojado, y en movimiento una lengua teniendo contacto con esa paleta, suena como una harmónica de cristal. El contrabajo es un sujeto ahogándose con múltiples numerosos tipos de dulces de leche, atorados en su garganta. Los sonidos del bajo, son sus intentos inútiles y desesperados de tragar esos caramelos atorados mientras muere lentamente.

Ejercicio 1,2,3

1- Navajas, un putero de navajas japonesas.
2- Me gustaría tener una persona a la cual pueda matar y revivir.
3- Un túnel secreto conectado a Disney, una isla, y a la casa de Alli.

1- Las navajas japonesas que encontré con Brian.
2- La persona la cual mataba y revivía cada vez que me enojaba, encabronadamente, emputada.
3- El túnel secreto conectado a Disney y a una isla, el usaba al no tener alguna cosa que hacer para llegar a Disney y a una isla.

1- Todo empezó en la casa chica de los abuelitos piratas de Brian. Brian Herrera. Aún me acuerdo de su apellido, el cual no se porque chingados hacía que me imaginara un taller automotriz madreado como los de Tijuana, en donde te atiende un güachuro bajado del cerro con bigotito. Brian era un morrito emo que se volvió mi mejor amigo en sexto de primaria. Éramos los misfits, los raros, y llamados satánicos en el salón. Era mi único amigo hombre y con el que salía a caminar por todo Playas. Un día, me invitó a su casa. Vivía hasta la Ruiz Cortines. Jamás había estado por esos rumbos, pero sí, recuerdo la pinche subidota. Al llegar a su casa, me dice que teníamos que ir a casa de sus abuelos. Era bizarro ver que Brian vivía con su familia como si fueran vecinos. Estando en casa de sus abuelos, comenzaba nuestro aburrimiento y empezábamos a vaciar los cajones viejos de madera, para ver que encontrábamos. Nuestros intentos eran inútiles. Al final decidimos abrir el cajón de su abuelo. Adentro, había una inundación de navajas. Casi salían del cajón. Había de todo tipo de navajas, dagas, cierras, doble filo, mariposas, todas encimadas. Era una orgía de cuchillos. La euforia nos devoro, y tomamos una cantidad de las navajas follando. Yo escogí unas hojas japonesas, muy muy filosas. Salimos de la casa y visitamos a una amiga. Era de noche y la única luz era la de la luna, y los postes con tics. Brian hablaba con unas chicas y yo me aleje, cuando recordé algo y corrí hacia el. Corrí tan rápido que choque con el, y grito bien cabrón. Me di cuenta que llevaba las navajas en una mano. Fuimos a un poste, y la luz descubrió su brazo cortado del codo a la muñeca. Se enojo y me grito, puto pendejo, y expresiones similares.