jueves, 19 de febrero de 2009

Ejercicio 1,2,3

1- Navajas, un putero de navajas japonesas.
2- Me gustaría tener una persona a la cual pueda matar y revivir.
3- Un túnel secreto conectado a Disney, una isla, y a la casa de Alli.

1- Las navajas japonesas que encontré con Brian.
2- La persona la cual mataba y revivía cada vez que me enojaba, encabronadamente, emputada.
3- El túnel secreto conectado a Disney y a una isla, el usaba al no tener alguna cosa que hacer para llegar a Disney y a una isla.

1- Todo empezó en la casa chica de los abuelitos piratas de Brian. Brian Herrera. Aún me acuerdo de su apellido, el cual no se porque chingados hacía que me imaginara un taller automotriz madreado como los de Tijuana, en donde te atiende un güachuro bajado del cerro con bigotito. Brian era un morrito emo que se volvió mi mejor amigo en sexto de primaria. Éramos los misfits, los raros, y llamados satánicos en el salón. Era mi único amigo hombre y con el que salía a caminar por todo Playas. Un día, me invitó a su casa. Vivía hasta la Ruiz Cortines. Jamás había estado por esos rumbos, pero sí, recuerdo la pinche subidota. Al llegar a su casa, me dice que teníamos que ir a casa de sus abuelos. Era bizarro ver que Brian vivía con su familia como si fueran vecinos. Estando en casa de sus abuelos, comenzaba nuestro aburrimiento y empezábamos a vaciar los cajones viejos de madera, para ver que encontrábamos. Nuestros intentos eran inútiles. Al final decidimos abrir el cajón de su abuelo. Adentro, había una inundación de navajas. Casi salían del cajón. Había de todo tipo de navajas, dagas, cierras, doble filo, mariposas, todas encimadas. Era una orgía de cuchillos. La euforia nos devoro, y tomamos una cantidad de las navajas follando. Yo escogí unas hojas japonesas, muy muy filosas. Salimos de la casa y visitamos a una amiga. Era de noche y la única luz era la de la luna, y los postes con tics. Brian hablaba con unas chicas y yo me aleje, cuando recordé algo y corrí hacia el. Corrí tan rápido que choque con el, y grito bien cabrón. Me di cuenta que llevaba las navajas en una mano. Fuimos a un poste, y la luz descubrió su brazo cortado del codo a la muñeca. Se enojo y me grito, puto pendejo, y expresiones similares.

No hay comentarios: